miércoles, 14 de julio de 2010

El día que nuestro mundo cambió

Victoria tiene sólo 17 días y ya no concibo mi vida sin ella... Es impresionante cómo tan poquita cosa te cambia la vida y te la vuelve del revés... Está siendo todo más fácil de lo que me imaginaba, yo estaba preparada para uno de los momentos más duros, siempre he oído que el primer mes es mortal, y debe ser verdad porque he tenido cerca a muchas madres y lo he podido vivir con ellas, y debe ser que estaba tan mentalizada para esto que ahora me resulta mucho más fácil, también he de decir que el caracter de Victoria ayuda porque es muy tranquila, no tiene cólicos y duerme mucho, es más buena mi niña... Yo estoy feliz.
El día 26, sábado, estuvimos en una barbacoa por la noche, lo pasamos fenomenal y al volver a casa sobre las 4 de la mañana me notaba "rarilla", tenía presión en la zona abdominal, una presión distinta... me metí en la cama y a las 8 de la mañana me desperté con dolor de regla... pero me volví a dormir... a las 9 volvió el dolor pero ya no se fué en toda la mañana, cada vez más intenso y más continuo...
Joaquín apuntaba las contracciones en una agendita... cada 4 minutos, cada 3... a las 14:15 nos fuimos para el hospital, eran cada 2/3 minutos y ya dolían bastante... Al llegar me reconocieron y me dejaron ingresada, me monitorizaron y me enchufaron la oxitocina... ESO ES UNA CONTRACCIÓN!!! Ese gotero es veneno puro... qué contracciones!!! Pero enseguida, como en una hora o así, me pusieron la bendita epidural y empecé a disfrutar de mi dilatación... Bueno, de mi escasa dilatación, porque tengo el útero de adorno...
Después de unas horas no había dilatado casi nada y la niña empezaba a sufrir, su ritmo cardíaco era inestable y decidieron que lo mejor era hacer una cesárea y que ella no corriera ningún riesgo.
A las 19:15 h. entraba en quirófano muerta de miedo pensando sólo en que mi hija estuviera sana y no le pasara nada... Enseguida escuché: "hora del nacimiento 19:35 h. Peso 3,100 kg. 50 cms." pero no la escuchaba llorar... Entoces el anestesista que me estaba viendo tan preocupada se acercó y me dijo que no me preocupara que tardaba un poquito... Entonces la oí... un llanto precioso, el llanto de vida más bonito del mundo... y al ratito me la trajeron para que la viera y le diera un beso... esa carita tan pequeña... mi niña estaba ya en el mundo y estaba sana, completamente sana... Se la llevaron al papá para que la subiera a la habitación ya que yo tardaría un ratito hasta recuperarme de una bajada de tensión que me dió por la ansiedad y el miedo... Al poco rato me subieron a la 205 donde me esperaban todos... Nunca olvidaré la imagen de ver salir a todo el mundo de allí, agarrame la mano, besarme la frente... y al entrar en la habitación ver al fondo a Joaquín con Victoria en brazos, sonriendo... esperando para reunirnos, ya estábamos los tres allí, mi bonita familia, la que tanto nos ha costado formar y tan felices nos está haciendo.
Y hasta aquí el relato del que fue el día más importante en nuestras vidas... el día que nuestro mundo cambió.



Y aquí está Victoria con 15 días, ya más despierta, nos enseña sus ojos azules

Gracias a todos por pasar por aquí y por los comentarios tan bonitos a mi niña. Un beso infinito.