lunes, 1 de julio de 2013

Bendito día...

Bendito sea el día que llegaste a mi vida... hace ya 3 años, ni más ni menos. Qué año más bueno hemos tenido, te has hecho mayor así, de un plumazo... eres cada vez más independiente y más buena... qué buena eres hija...

Hace 3 años te pusieron en mis brazos y yo me sentía perdida... ahora estoy perdida si un solo día no te los vuelvo a ofrecer, y tu corres a por ellos, con una sonrisa infinita, iluminada, blanca... tienes unos abrazos inolvidables, apretaos... como a mi me gusta, de los de verdad...

En este tiempo hemos aprendido muchas cosas, tú y nosotros, pero sobre todo tú... vas dejando el miedo a un lado, despacito, das pasitos de gigante, pequeñitos, pero de gigante...

Ahora me emociono mucho más, te miro a los ojos y no me lo creo... eres mía...

Nos vamos educando, la una a la otra, pero el final siempre es el mismo, es ese beso eterno del que no me quiero desprender nunca... "¿me das un beso muy fuerte?"

En este mundo lleno de tropezones hemos conseguido superar muchos, ya vas al baño solita, comes solita... y cómo comes... luego no te luce el pelo, pero si comes casi más que yo!!! Y tantas y tantas cosas más... has cambiado mucho, a mejor... eres muy, pero muy agradecida, alegre, eres muuuuy feliz, la vida ahora es mucho más fácil contigo, si me ves triste o seria, siempre me preguntas: "mami, ¿estás enfandada? ponte contenta... Y haces el gesto de la sonrisa con los deditos... No cariño... a tu lado las penas las tengo que dejar detrás de la ventana...

Victoria, bendito el día que llegaste porque eres la fuerza que me mueve, la niña que me quita las penas, mi vida entera... bendito ese 27 de Junio, bendito seas...